Con la misión Artemis de la NASA en marcha, que busca establecer una presencia humana duradera en la superficie lunar, la construcción de infraestructura a gran escala, como posibles “ladrillos espaciales”, se volverían indispensables para futuras misiones. Sin embargo, transportar materiales de construcción desde la Tierra resulta demasiado costoso e insostenible. El reciente descubrimiento de recursos en la Luna, como el hielo de agua, ha reavivado el interés en su potencial como centro espacial sostenible.
La fabricación de ladrillos espaciales
El Instituto Coreano de Ingeniería Civil y Tecnología de la Construcción (KICT) ha desarrollado una tecnología para producir materiales de construcción utilizando recursos “in situ” de la Luna. El regolito lunar, el suelo fino que cubre la superficie lunar, es abundante y puede sinterizarse (compactarse mediante calor) para crear bloques de construcción resistentes. La clave reside en la sinterización por microondas, una técnica altamente eficiente energéticamente, especialmente ventajosa en entornos espaciales.
El equipo de investigación del KICT, dirigido por el Dr. Hyu-Soung Shin, abordó dos desafíos principales: el calentamiento no uniforme y la formación de grietas. Para ello, implementaron un programa de calentamiento por pasos y precalentaron el regolito lunar en vacío para mitigar estos problemas. Las pruebas demostraron que los bloques sinterizados poseen las propiedades mecánicas adecuadas para su uso como materiales de construcción.
El KICT ha dado un paso importante hacia la construcción espacial sostenible. Con la validación en entornos espaciales reales, esta tecnología podría transformar la forma en que construimos bases y estructuras en la Luna, allanando el camino para una presencia humana permanente en este cuerpo celeste.
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Fuente: EurekAlert
Foto: David Kanigan / Pexels