La misión del conjunto de módulos de aterrizaje y ascendente Chang’e-6, respaldado por el satélite de retransmisión Queqiao-2, logró aterrizar con éxito en la zona preseleccionada de la cuenca Aitken, ubicada en el Polo Sur del lado oculto de la Luna, el pasado domingo, 02 de junio.
La misión del Chang’e-6
Ese mismo día, el módulo Chang’e-6 iniciaron su proceso de apagado, activando el motor principal de empuje variable de 7.500 N. Durante esta fase, el conjunto realizó ajustes rápidos de actitud mientras se acercaba gradualmente a la superficie lunar.
El sistema autónomo de evitación, detectó obstáculos utilizando una cámara de luz visible para seleccionar un punto seguro basado en el brillo de la superficie lunar. Una vez localizados, se posicionó a 100 metros sobre dicho punto y empleó un escáner láser 3D para realizar fotografías precisas, identificando así los obstáculos en la superficie lunar.
Finalmente, tras seleccionar el lugar de aterrizaje, el conjunto descendió lenta y verticalmente. Poco antes de tocar la superficie lunar, el motor se apagó, permitiendo que el módulo aterrizara suavemente en la cuenca Aitken del Polo Sur.
La experiencia con la misión Chang’e-5
En el pasado 2020, logró un retorno de muestras del frente lunar, la misión Chang’e-6 es un hecho diferente, al implementar el primer retorno de muestras del fondo lunar de la humanidad. Esta misión presenta numerosas innovaciones de ingeniería, altos riesgos y grandes desafíos. Con el respaldo del satélite de retransmisión Queqiao-2.
Por otro lado, las cargas útiles transportadas por el módulo de aterrizaje Chang’e-6 operarán según lo planificado, llevando a cabo misiones de exploración científica. En este sentido, las cargas útiles internacionales de la misión, que incluyen el analizador de iones negativos de la superficie lunar de la Agencia Espacial Europea y el detector de radón lunar francés, están listas para iniciar operaciones, mientras que el reflector de esquina láser italiano ya ha sido desplegado.
Desde su lanzamiento, la sonda Chang’e-6 ha pasado por diversos procesos, como la transferencia Tierra-Luna, el frenado cerca de la Luna, el vuelo circunlunar, y el aterrizaje y descenso. La sonda se compone de un orbitador, un retornador, un módulo de aterrizaje y un ascendente. Tras el exitoso aterrizaje, dicho módulo, a través del satélite de retransmisión Queqiao-2 y bajo control terrestre, llevará a cabo inspecciones de estado y trabajos de configuración, como el despliegue de las alas solares y las antenas direccionales. De esta manera, la misión lunar comenzará oficialmente.
La cara oculta de la luna descubierta. Fuente: SciNews
Además, para el trabajo de muestreo posterior, se recolectarán muestras de suelo y rocas lunares mediante perforación con herramientas especializadas y brazos robóticos, logrando así un muestreo automático multipunto y diversificado. Al mismo tiempo, se realizarán exploraciones científicas como la investigación “in situ” y el análisis de la zona de alunizaje en la cara oculta de la Luna, además del estudio de la estructura del suelo luna.
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Fuente: CNSA
Foto: CCTV Video News Agency