El presidente de Hungría, Viktor Orban, ha decidido estrechar lazos con Bielorrusia para avanzar en la construcción de la segunda central nuclear del país. A pesar de las sanciones impuestas por la Unión Europea a Bielorrusia, el ministro húngaro de Asuntos Exteriores, Péter Szijjártó, viajó a Minsk y declaró públicamente que la postura de Hungría es clara: “¡Cuantas menos sanciones, más cooperación!“.
Hungría y Bielorrusia firman acuerdo para la central nuclear
Ambos países han firmado un acuerdo en el que Bielorrusia asistirá a Hungría en la construcción de su segundo reactor PAK. Este nuevo proyecto se suma al primer reactor, actualmente en construcción desde 2014 por la empresa estatal rusa Rosatom, la cual también estará a cargo del segundo reactor con el apoyo de Bielorrusia.
A principios de la década de 1980, Hungría puso en funcionamiento su primer reactor nuclear comercial. Hoy en día, el país cuenta con cuatro reactores nucleares operativos que generan aproximadamente la mitad de la electricidad necesaria para cubrir sus demandas nacionales, según la World Nuclear Association. Los dos nuevos reactores que actualmente construye Rosatom han recibido un respaldo parlamentario significativo.
Según declaraciones de Szijjártó, el acuerdo firmado es de gran importancia, ya que permitirá a Hungría beneficiarse de la experiencia adquirida por Bielorrusia en la construcción de reactores con tecnología similar. El ministro añadió que Budapest planea fortalecer la cooperación con Bielorrusia en áreas no afectadas por las sanciones, sugiriendo que las sanciones vigentes no están logrando los resultados deseados.
Orbán y Bielorrusia bajo sanciones
Bielorrusia ha sido objeto de sanciones de la UE debido a elecciones fraudulentas, represión de la oposición y por permitir que las tropas rusas utilicen su territorio como base para atacar Ucrania. Orban, que ha luchado contra las sanciones de la UE desde la invasión rusa de Ucrania en 2022, se enfrenta ahora a elecciones municipales y al Parlamento Europeo el 9 de junio, en las que su partido se enfrentará a una oposición cada vez más desafiante.
En paralelo, el contexto geopolítico de la región se ve cada vez más afectado por las alianzas energéticas. La colaboración entre Hungría y Bielorrusia puede ser vista como una estrategia en un entorno donde la energía nuclear se está convirtiendo en un recurso vital y disputado. La construcción de estos reactores no solo tiene implicaciones energéticas, sino también políticas, afectando la dinámica de poder dentro de la Unión Europea y su relación con Rusia.
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Fuente: worldenergytrade
Foto: Shutterstock