Por: Ariana Méndez Lugo – INSPENET, 16 de diciembre 2021
Gracias al avance tecnológico y sus implicaciones empresariales, basta una próxima década para que el mundo experimente avances equivalentes a los registrados por la humanidad en los últimos cien años, según las proyecciones de expertos tecnológicos.
En un mundo en el que los días parecen que duran un pestañeo y en el que los consumidores son más exigentes y viven a un ritmo vertiginoso, engullidos cada vez más en el mundo virtual, la aparición de más empresas, de más aplicaciones, la competitividad viene dada por la velocidad de respuesta ante la solicitud de un producto o servicio, demandado por la clientela.
De allí que, recientes estudios de mercadotecnia, han determinado cuáles son las principales tendencias tecnológicas en el ámbito internacional para llamar la atención de los inversionistas ansiosos de impactar en el mercado, generando las más lucrativas ventajas competitivas. De cierto, existen tendencias que no coinciden con recientes tecnologías pero son las que atraen de manera poderosa a los inversores de riesgo, condicionando solicitudes de licencias y generando indicadores sobre la estrategia para apremiar resultados y el punto dónde y cómo competir.
Pero ¿qué determina que un tópico se vuelva tendencia? Pues, la valoración mercadotécnica recientemente aplicada en el ámbito mundial, apunta que las tendencias vienen dadas por el auge de la sistematización de procedimientos, avance de la ciencia, la utilidad práctica de un producto y/o servicio y la reinvención empresarial.
Lo más demandado ahora, son aplicaciones de virtualización de métodos de producción, conectividad, infraestructura distribuida, equipos informáticos de última generación, inteligencia artificial, programación, la bio-revolución, los nano-materiales y las llamadas tecnologías limpias o lo que es lo mismo, productos o servicios que disminuyen el impacto ambiental negativo.
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