La misión lunar Odie, cuyo protagonista es el módulo de aterrizaje lunar Odysseus, ha sido lanzada con la finalidad de realizar un aterrizaje histórico en la Luna por parte de Estados Unidos, siguiendo los pasos de una misión anterior que no logró su objetivo en enero.
La NASA ha intensificado el desarrollo de vehículos espaciales robóticos mediante colaboraciones con el sector privado con el propósito de examinar el ambiente lunar y detectar recursos esenciales como agua, antes de planear el retorno de humanos a la Luna hacia el final de esta década.
El despegue de Odie se efectuó a bordo de un cohete SpaceX Falcon 9 a la 1:05 a.m. ET de ayer desde el Centro Espacial Kennedy en Florida. Aunque estaba programado para el miércoles, un inconveniente relacionado con la temperatura del combustible provocó un retraso de 24 horas.
Una vez en órbita terrestre, la nave alcanzó velocidades superiores a los 11 Km por segundo, tal como lo describió Intuitive Machines, la empresa de Houston responsable del desarrollo de la nave bajo el contrato del programa Commercial Lunar Payload Services de la NASA. La trayectoria de Odie ha sido comparada con un potente lanzamiento directo hacia la Luna por Stephen Altemus, director ejecutivo de Intuitive Machines.
Tras consumir todo su combustible, el cohete se separó de Odie, permitiendo que el módulo de aterrizaje continuara su viaje espacial de manera autónoma. Para orientarse en el espacio, el módulo utilizó un mapa estelar a bordo, orientando sus paneles solares hacia el Sol para recargar sus baterías.
Odie fue desarrollado por Intuitive Machines como parte de una iniciativa de la NASA. Actualmente, sigue una trayectoria elíptica alrededor de la Tierra, extendiéndose hasta 380,000 Km de distancia. Aproximadamente 18 horas después de su lanzamiento, encendería su motor por primera vez para avanzar hacia la Luna.
Se anticipa que la gravedad lunar atraerá suavemente a Odie hacia su superficie cratérica a medida que se aproxime. El intento de aterrizaje está programado para el 22 de febrero, apuntando a un cráter cerca del polo sur lunar, un viaje que no está exento de riesgos.
Hasta la fecha, solo China, India y Japón han logrado realizar aterrizajes suaves en la Luna en el siglo XXI.
El propósito de la misión lunar Odie
La misión de Odie a la Luna sirve como una expedición de reconocimiento, destinada a evaluar el entorno lunar en preparación para el plan de la NASA de enviar una misión tripulada a través del programa Artemis hacia finales de 2026. El polo sur lunar, un foco de interés en la renovada carrera espacial internacional, se cree que contiene reservas de hielo de agua, un recurso valioso que podría proveer agua potable para astronautas o servir como combustible para cohetes en futuras misiones de exploración espacial.
Cabe destacar que a bordo del módulo de aterrizaje se encuentran seis cargas útiles científicas y tecnológicas de la NASA, incluyendo un sistema receptor de radio para estudiar el plasma lunar y otras tecnologías que podrían facilitar futuros aterrizajes lunares precisos.
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