Inspenet, 28 de septiembre 2023.
La NASA anunció el martes que la sonda de la misión Osiris-Rex, que recolectó fragmentos del asteroide Bennu, ha revelado la presencia de “polvo negro y restos” en su interior, aunque aún no se ha examinado completamente la muestra.
Después de siete años desde su lanzamiento, la sonda realizó un aterrizaje exitoso el domingo en el desierto de Utah, Estados Unidos, en una maniobra de alto riesgo.
La muestra del asteroide
La muestra, recolectada en 2020 del asteroide Bennu, se estima que contiene alrededor de 250 gramos de material, según informa la agencia espacial estadounidense.
Durante esa operación, la Agencia enfrentó un problema con la tapa del recipiente colector que inicialmente no pudo cerrarse, pero finalmente se logró asegurar la muestra y transferirla a la sonda según lo planeado.
No obstante, debido a este inconveniente, los científicos anticipaban hallar vestigios fuera del contenedor de recolección, dentro de la caja donde estaba alojada originalmente.
El martes, se procedió a abrir una primera compuerta en una cámara sellada en el Centro Espacial Johnson, ubicado en Houston, Texas.
Inmediatamente, los equipos de la NASA detectaron “polvo negro y residuos”, como informó la agencia espacial, aunque no se especificó si se trataba de fragmentos del asteroide.
Este material será objeto de análisis y se llevará a cabo un “meticuloso proceso de desmontaje” del compartimento de recolección con el fin de acceder a la muestra principal que se encuentra en su interior, según indicó la agencia espacial.
Está programada una rueda de prensa para el 11 de octubre con el propósito de “presentar los hallazgos de la recolección”.
Cabe destacar que el estudio de la composición del asteroide Bennu brindará a los científicos una comprensión más profunda de la formación del Sistema Solar y de cómo la Tierra se volvió un lugar habitable.
Por su parte, los expertos sostienen que este cuerpo celeste, con un diámetro de 500 metros, contiene una abundancia de carbono y alberga moléculas de agua atrapadas en minerales.
Existe una baja probabilidad de que Bennu colisione con la Tierra en 2182, ya que en 2022, la NASA logró modificar la trayectoria de un asteroide mediante una colisión controlada.
Fuente: https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/ciencia/2023/09/27/65139fb321efa095158b4585.html
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