En este episodio de Genial Ingenio, exploraremos la fascinante historia de la construcción de Brasilia, la ciudad de la selva. Descubriremos por qué se decidió construir una ciudad en medio de la selva y cómo el diseño de la misma se inspiró en un pájaro. Acompáñanos mientras exploramos los detalles de esta increíble construcción.
A finales de la década de 1950, Brasil emprendió la construcción de su nueva capital, Brasilia, en plena meseta central del país. Esta hazaña colosal se logró en tan solo tres años, un logro notable. La idea de construir una nueva capital en el centro del país había existido desde el siglo XVII, pero solo se hizo realidad en 1956 bajo el gobierno de Juscelino Kubitschek.
La construcción de Brasilia tenía objetivos simbólicos, militares y políticos. Por un lado, se buscaba fomentar la ocupación del interior de Brasil, descentralizando la actividad concentrada en la costa. Además, se deseaba tener una capital más protegida ante posibles ataques o revoluciones. Kubitschek, elegido tras una crisis política que había dividido al país, vio a Brasilia como un símbolo de unidad nacional y deseaba que la capital estuviera en el centro, conectando todas las regiones de Brasil.
Cuándo comenzó el proyecto de construcción de Brasilia
El proyecto de construcción de Brasilia comenzó en 1956 bajo la supervisión del arquitecto brasileño Oscar Niemeyer y el urbanista francés Lucio Costa. La ciudad fue construida en medio de la selva, en una ubicación estratégica para promover el desarrollo del interior del país. El diseño de Brasilia se basó en la idea de una ciudad moderna y funcional, con amplias avenidas y edificios gubernamentales y residenciales siguiendo un patrón geométrico.
La construcción de Brasilia fue un desafío para los ingenieros y arquitectos involucrados debido al terreno irregular y la falta de recursos en la región. Para superar estos problemas, se implementó una técnica innovadora de construcción que utilizaba estructuras prefabricadas de hormigón armado. Esto permitió una construcción rápida y eficiente de los edificios y estructuras de la ciudad.
El proyecto se completó en tan solo tres años, desde 1956 hasta 1960. El 21 de abril de 1960, el presidente Juscelino Kubitschek inauguró oficialmente Brasilia como la nueva capital de Brasil.
Durante la construcción de Brasilia, se utilizaron enormes cantidades de materiales y mano de obra. Aunque no se tienen cifras exactas, se estima que se emplearon alrededor de 2,5 millones de metros cúbicos de hormigón armado y más de 1 millón de metros cúbicos de tierra movida. Aproximadamente 50 000 personas trabajaron en la construcción de la ciudad en su punto más alto, incluyendo ingenieros, obreros de la construcción y personal de apoyo.
El diseño de Brasilia se inspiró en la forma de un pájaro en vuelo. Oscar Niemeyer, en colaboración con Lucio Costa, utilizó la imagen de un pájaro con las alas extendidas y la cabeza en alto.
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